jueves, 11 de enero de 2018

Hay Alt-J para rato [crónica Madrid]

Víctor Sánchez - 09 de enero de 2018 
- Hora: 21.00 -Lugar: WiZink Center (Madrid) -Promotor: Last Tour
-Público: Lleno


Alt-J, una de las bandas que sufre el síndrome del amor-odio más marcado, parece haber equilibrado la balanza en Madrid hacia el lado positivo, ya que los de Leeds se coronaron en su noche más importante, hasta la fecha, en suelo patrio. 

Madrid acogía un sold out en el formato Ring del WiZink Center -unas 6.000 personas- la fría noche del martes. Una noche después de que Alt-J saliera triunfante de su presentación de 'Relaxer' en Barcelona dentro de una gira organizada por Last Tour y que, en verano, volverá a traer a la formación a la Península, concretamente a Kobetamendi, el paraje más atractivo de los festivales españoles: Bilbao BBK Live.

Un tercer disco que no ha alcanzado la magnitud de 'An Awesome Wave' -galardonado con el Mercury Prize 2012- pero que sí asienta a la banda como un referente de este estilo musical, un terreno difícil de superar con garantías. 

Tras el calentamiento de la telonera Marika Hackman, los de Leeds salieron al foso recogidos por un espectacular despliegue de luces y figuras audiovisuales, dejando estáticos a los tres miembros de Alt-J frente a sus instrumentos durante todo el set.

Arrancaron con 'Deadcrush' y una aspersión lumínica que prometía una noche de altura. Y así fue. Desgranaron los tres álbumes creados hasta la fecha con el apoyo del público, que coreaba y acompañaba cada falsete, careo y melodías esgrimidas por Joe Newman y cía. 

'Fitzpleasure', 'Nara, la alegría de 'Something Good', 'The Gospel of John Hurt' e 'In Cold Blood' ocuparon la primera parte del set escogido por Alt-J. Con '❦ (Ripe & Ruin)' arrancó un bloque potente, en el que pudimos soñar con las notas de 'Tessellate', 'Every Other Freckle' o 'Hunger of the Pine'. Con la sangre fluyendo a toda prisa, recibimos 'Bloodflood' y 'Matilda', a la que le costó arrancar. 

El tercio cambiaba con los primeros acordes de 'Pleader', dando comienzo a un final en el que todos disfrutamos de una formación capaz de recrear la intimidad de sus temas en un espacio tan amplio, sin apenas perder detalle alguno, con 'Dissolve Me', 'Left Hand Free' y 'Taro'.

Desaparecidos momentáneamente, volvieron para encarar un bis marcado por tres de sus temas más celebrados: 'Intro (An Awesome Wave)', '3WW' y 'Breezeblocks', con la que estalló todo el entramado de luces del WiZink Center.

Una noche generosa, donde el público disfrutó, se encontró con sus sentimientos más ocultos y en la que quedó claro que hay Alt-J para rato.

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