lunes, 21 de julio de 2014

The Libertines y Kasabian, reyes de Benicàssim - crónica del FIB 2014

Víctor Sánchez-p - 17 al 20 de julio de 2014
- Hora: 17:00 -Lugar: FIB (Benicàssim) -Promotor: FIB/ Maraworld
Público: Casi lleno



 El Festival Internacional de Benicàssim, FIB 2014, ha cumplido este fin de semana sus primeros veinte años y, como no, lo ha querido celebrar con una buena jarana protagonizada por The Libertines y Kasabian, los reyes de Benicàssim.

 Ambas bandas inglesas han sido, además de las cabezas de cartel, las grandes triunfadoras de un festival que se ha antojado más británico que nunca, con una afluencia extranjera que superaba el 60% y que también ha contado con una mayoritaria participación de artistas venidos desde las islas anglosajonas como Lily Allen, Example, Manic Street Preachers, The Charlatans, Paolo Nutini, Wolf Alice, The 1975, Travis, Jake Bugg o MIA.

 El jueves, fiesta de bienvenida y con un cartel algo menguado, Tinie Tempah, Ellie Goulding, Klaxons y Chase & Status se llevaron a la mayoría de un público que ansiaba tanta fiesta como calor hacía en la campa castellonense, aunque hubo directos como el de James que también merecen ser mencionados. Extraña era la mezcla entre formaciones habituales en la radiofórmula británica y la retahíla de bandas nacionales emergentes, salvedad de Mucho y el clásico Dj Amable, que formaban parte de esta fiesta de aniversario.

VIERNES - La noche de las noches

 El pack artístico más potente del FIB tendría lugar la noche del viernes, que además de lluvia, tuvo a unos solventes Kasabian a la cabeza. Paul Weller, Jake Bugg y Tame Impala acompañaban en la parte fuerte a los de Leicestershire, y otras formaciones como Razorlight o The 1975 lo intentaban. Los primeros, a pesar de llevar ya unos cuantos años sobre los escenarios, no han conseguido despegar. Al escuchar 'America' en directo, y observando la actitud de la banda y público, a uno le da por pensar que la formación, a duras penas, vive de las rentas. Por otro lado, The 1975, con un directo que no engaña al seguidor de la banda /muy seguida en su lugar de origen/ gracias a que el sonido de su set es tremendamente fiel al del disco, no pudieron hacer frente al solape de horarios que les hacía coincidir con Kasabian.

 Previo a Razorlight, Tom Odell y su piano coparon las primeras alegrías de esta jornada de la que pocos se esperaban un chaparrón como el que cayó, y que tocó de lleno al directo de Of Montreal, ubicados en el escenario Trident, lo que provocó una menguada representación de público para un directo de notable alto.

 Weller, sin embargo, y a pesar de hacer uso de algún clásico /como 'My Ever Changing Moods' de The Style Council o 'The Changingman'/ sigue siendo la imagen, la leyenda, el estilo, la clase y The Modfather, pero no consigue hacerse con las nuevas promociones.

 Jake Bugg es, por el contrario, la nueva apuesta generacional del folk británico, pero con la patente y sabor americano. Tras la sonada tromba de agua, Bugg salió al escenario Maravillas para despachar una nutrida representación de sus dos álbumes de estudio. Comenzó con 'There's A Beast and We All Feed It', 'Trouble Town', 'Seen It All' y así hasta 16 temas que se convirtieron en un gran karaoke con la llegada de 'Two Fingers' y 'Messed Up Kicks'. Para cerrar, 'Slumville Sunrise' y las celebradas 'What Doesn't Kill You' y 'Lightning Bolt'.

 Finalizado el set del chaval de Nottingham, corriendo al escenario Trident para presenciar la resurrección comercial de la psicodelia a manos de los australianos Tame Impala, quienes también gozaron de una entregada audiencia a la que desnudaron las claves de su éxito: portento y magnificencia sonora.

 Para los fans de Kevin Parker, el concierto fue una grata recompensa a sus insistentes muestras de apoyo a una banda cada vez más solvente sobre las tablas y que no deja de ofrecer nuevas sensaciones al hilo de su atmósfera creada con 'Lorenism'. Eso sí, echamos de menos su acertada versión de 'Stranger In Moscow'.

 De vuelta al gran escenario, Kasabian volvía a Benicàssim tras 4 años desde su última visita y lo hacía con ganas. La banda inglesa entró a medio golpe en el escenario al escoger 'Bumble Bee' para abrir, corte extraído de su último y no muy acertado disco, '48:13', que venían a presentar. Salvedad de esta canción, la energía que transmitía la muchedumbre era tal que la elección de temas parecía hasta irrelevante, allí lo importante era que Meighan y Pizzorno iban a montar una buena.

 Con 'Shoot The Runner', 'Underdog', 'Stevie' y 'Days Are Forgotten' abordaron el primer tercio del directo, y la temperatura que vivíamos los allí presentes te transportaba a las 3 de la tarde frente al sol. 'Eez-eh', a pesar de ser uno de los singles menos representativos de la banda, consiguió levantar pasiones al centrar su estructura en una melodía totalmente disco.

 No faltaron las grandes, 'Clubfoot' 'Re-Wired', 'Empire' o 'LSF', con la que se despidieron antes de acometer el bis. Volvieron al escenario con 'Switchblade Smiles' y terminaron el partido escogiendo dos apuestas seguras: 'Vlad the Impaler' y 'Fire', bajo un espectacular manto lumínico.

SÁBADO - The Libertines y el pop femenino

 La tercera jornada vivió un concierto que, seguro, será bien retenido en la memoria de los seguidores y afortunados que vieron desde las primeras filas el directo de The Libertines, una bacanal en honor al rock sucio creado por esta convulsa y mediática banda surgida a finales del siglo pasado.

 El regreso de Pete Doherty y Carl Barat suponía una apuesta segura para congregar a miles de jóvenes venidos, sobre todo, del Reino Unido, aunque también compartía el riesgo que supone todo lo que ha protagonizado esta banda, y sobre todo, su principal atractivo, Pete Doherty. Con el cuarteto sobre el escenario y arrancado el concierto, las dudas se disiparon al ver que Doherty y Barat parecen estar en un muy buen momento, por lo que solo quedaba disfrutar.

 Ambos no tienen la mejor voz, la mano más rápida sobre el mástil ni la creatividad de un visionario musical, pero si tienen lo necesario para ser uno de los grandes en esto del rock británico. Soberbios, con la actitud de cara y sin más artilugios que sus instrumentos, el cuarteto /de quienes se dice que han regresado para conseguir pasta/ despacharon sus temas en un concierto que se pudo vivir con la energía que uno tiene a los 18 años. 

 Más de 20 temas que, literalmente, lo bordaron. Y es que como se comentaba en la radio oficial del festival, la foto del festival estaba en el camerino de los londinenses, donde Doherty y Barat disfrutaban de una comunión difícil de ver en los últimos años.

 Antes de que llegase este momento, el FIB vivió otro momento histórico, el de ver a Lily Allen sobre su escenario, por fin. Han hecho falta 3 ediciones para que Allen finalmente actúe en Benicàssim. Entre risas y algo avergonzada aseguraba que en esta ocasión también estuvo a punto de fallar a sus seguidores, pues había perdido el avión en Madrid, aunque finalmente consiguió solventar el maleficio que pesa sobre su nombre y acudió a la cita acompañada de su marido /que se llevó un abucheo desde el foso cuando fue mencionado/.

 Muy animada, alegre y en plena sintonía con el perfil británico que ocupaba las inmediaciones del Maravillas, Lily Allen fue despachando su temario con bromas y opiniones sobre los chicos /con peineta dedicada/ y biberones gigantes repartidos sobre el escenario.

 Pop británico y ácido, similar a la sensación de gusto que uno siente cuando se rasca una picadura, acompañado de bailarinas cuyo paso más repetido estaba protagonizado por sus culos, edulcorado con la versión light de 'Somewhere Only We Know' -de Keane- y con un repaso a sus inicios gracias a los acordes de 'LDN', 'Smile' /con final movidito/ y 'Fuck You'. Para cerrar, 'Bass Like Home' y 'Not Fear', acompañada de una innecesaria colección de imágenes de hombres velludos. 

 Otras representantes femeninas de peso fueron Katy B y la norteamericana Cat Power, y desde Gales, muy orgullosos ellos de pertenecer al pequeño país, Manic Street Preachers, que disfrutaron junto a sus fans con la estupenda melodía de 'Motorcycle Emptines', la coreada 'Your Love Alone Is Not Enough' y la desgatiñada 'Tsunami', tres temas que protagonizaron los mejores momentos del concierto, junto a la escogida para marcharse, 'If You Tolerate This Your Children Will Be Next'.

 Example, unas horas más tarde y sobre el mismo escenario, echó mano a lo seguro, y montó una fiesta en el segundo escenario de aúpa. No le pudo imitar el encargado de cerrar el escenario principal, un inmóvil Ingrosso parapetado por una gran plancha led, que no consiguió levantar a la reducida audiencia hasta que no tiró de los éxitos que le han encumbrado /todos los pertenecientes a Swedish House Mafia/ 

DOMINGO - La despedida

 A estas alturas a uno se le podía olvidar que lo que aquí se estaba celebrando eran los 20 años de historia de uno de los festivales más grandes que tenemos bajo los Pirineos. Pese a no contar con un potente cabeza, el día de cierre fue una digna despedida protagonizada por Paolo Nutini y The Charlatans, que junto a Travis, M.I.A, Courteeners, Kodaline y Wolf Alice ponían el punto y final a una edición que, gracias a sus seguidores, tendrá continuación.

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