lunes, 11 de noviembre de 2013

Crónica de un concierto con encanto, Half Moon Run en Madrid


Víctor Sánchez - 10 noviembre de 2013
- Hora: 20.30 -Precio: 18 euros -Lugar: Copérnico (Madrid) 
-Promotor: Miles Away -Público: Mitad sala
 

 Folly & The Hunter sirvieron de dignos teloneros en una sala Copérnico casi vacía, en la que hasta el crujir de la madera sobre el escenario se escuchaba más que el sonido ambiente, protagonizado por un silencio sepulcral guardado por el medio centenar de personas que observaron con detalle la presentación .

 Comparten nacionalidad, gusto por la precisión en sus composiciones y un sabor folk norteño que tuvo su máximo exponente en temas como 'Ghost' o 'Moth In The Porch Light'.

 Fíjense si el ambiente del concierto era raramente familiar que el teclista y encargado del banjo presentó a un par de colegas suyos de entre el público así como que pararon la última canción del show en seco para agradecer el trabajo de su manager, aprovechando que se trataba del último concierto de la banda en Europa.

 Los huecos en la sala seguían siendo evidentes según se acercaba la hora de salida de Half Moon Run, aunque el entablado y decoración de la sala así como su iluminación hacían que no pareciera tan vacía. A las diez menos cuarto los cuatro miembros de Half Moon Run se presentaron ante un público algo desperdigado, de múltiples naciones y con la expectativa puesta en un grupo que centra su portento en las voces de sus miembros y los timbales y percusiones repartidos por el escenario.

 El guaperas de Devon Portielje nos recordó a una remezcla del actor DiCaprio y Chris Taylor, de Grizzly Bear, y su voz rota en las subidas vocales daban verdaderagarra y encanto a los temas despachados por la banda, de la que Dylan Phillips se encarga de los ritmos y bajos y Conner Molander del lado más salvaje de la empresa, y no solo por el alborote de sus pelos. Isaac Symonds da apoyo al trío con las funciones de a veces percusionista, a veces teclista y otras tantas como guitarrista armónico.

'Judgement', 'Full Circles', 'Give Up' /sonó con extraño parecido al estilo Radiohead/, 'Call Me In The Afternoon' y 'She Wants To Know' fueron los cortes más celebrados de la noche, que por ambiente más parecía un concierto privado.

 Un directo rápido, esquivo y en el que Devon y Conner se lo pasaron en grande. Su disfrute se transmitió a la expectación de los asistentes, que ya veían con otra cara el espectáculo. La totalidad de 'Dark Eyes', su primer álbum, sonó en directo durante la casi hora de set, que supo a poco. Los canadienses aprovecharon para enseñar un tema nuevo así como para despedirse de la forma más íntima. La petición de bis fue respondida con una versión en acústico y sin micrófonos de 'Fire Escape'. Y así, a cuatro voces correctamente ensambladas junto a una acústica y una mandolina, Half Moon Run dijo adiós a la noche madrileña.


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